El limón es un fruto cítrico que contiene componentes como la vitamina C, fibra y flavonoides. Es un producto fácil de conseguir y de preparar, y sus beneficios abarcan todo tipo de mejoras en nuestro organismo. La mejor manera de tomarlo es exprimiendo medio limón en un vaso de agua tibia y hacerlo justo cuando nos despertamos.
En cuanto a enfermedades, nos ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunológico y también a prevenir el cáncer, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. La vitamina C es la encargada de ayudar a crear el material que compone los glóbulos blancos. Además, el ácido cítrico, málico, acético y fórmico potencian dicha vitamina y tienen una acción antiséptica (combaten los patógenos). El limón también contiene hesperidina, un flavonoide que tiene acción vasoprotectora, antiinflamatoria, antihipertensiva, hipolipemiante (disminuye los niveles de lípidos en sangre) y diurética, de forma que nos ayuda a prevenir la obesidad y las enfermedades cardiovasculares. La hesperidina, junto a los ácidos cafeico y ferúlico, también puede llegar a inhibir la actividad de las células cancerígenas.
Por otra parte la vitamina C que encontramos en el limón es indispensable en la producción de colágeno, por lo que se mejora y favorece la cicatrización de las heridas. Por último, la fibra dietética que tiene el limón (la pectina) favorece la sensación de saciedad y nos ayuda a adelgazar. Sabiendo que el limón nos proporciona todos estos beneficios, ¿por qué no incluirlo en nuestra dieta diaria?
Por: Paula Doria
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Autor: RyanMcGuire
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