Cuatro años de E.S.O. con media de Notable-Sobresaliente, dos años de Bachillerato con una nota en selectividad de un 12,5 o más (8,9 en sistema decimal) y luego cambiar completamente de sistema de aprendizaje y meterse de lleno en una de las carreras universitarias más difíciles: Medicina.
Esta profesión y su carrera han gozado desde hace tiempo de un prestigio y una fama que se ven completamente deturpadas una vez que uno se adentra de lleno en la carrera. Hay tópicos que son completamente ciertos, como que se estudia mucho, o que se ven cadáveres (cosa que familiares, y en especial niños pequeños y abuelas, preguntan mucho).
Sin embargo uno de los tópicos más falsos es que un estudiante de Medicina te puede curar o aconsejarte en tus síntomas (pocas veces nos quejamos de una enfermedad que ya conocemos). Desde el momento en que un estudiante entra en Medicina se convierte en el médico de su familia, quiera o no, cuando en verdad él o ella está más perdido que nadie. Los estudiantes entran a la facultad para aprender, y no para ya directamente curar como se espera de ellos, así debería ser.
Una posible y práctica solución que el autor de este artículo propone, es instaurar y potenciar muchísimo más en los primeros cursos competencias de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y Suturas. De esta forma, un estudiante de 2º o 3º de carrera no tendrá que salir corriendo cuando se encuentre en una discoteca y alguien se caiga al suelo, le de un infarto o se haga un corte profundo.
En concreto la RCP es algo que cada ciudadano debería saber hacer, y ojalá que se impartiera desde la E.S.O. Los alumnos de Medicina, yendo más allá de su labor de sujetos pasivos como estudiantes, deberían de enseñar ese tipo de conocimientos en colegios e instituciones públicas. ¿Quién mejor que ellos? Las universidades y facultades deberían extender su visión y concepción de sus estudiantes como personas que puedan aprender enseñando a su vez, de forma activa, a la sociedad sus conocimientos adquiridos. incluso desde el punto de vista económico podría ser beneficioso para la propia Universidad.
Es también interesante saber que en Protección Civil y socorrismo, sobre todo en la sección de voluntarios, el perfil del grueso de gente que tienen no es precisamente el de estudiantes de Medicina que tienen unas mínimas nociones del cuerpo humano (pocas pero suficientes para eso), sino más bien el de personas no relacionadas con la Medicina en ningún aspecto que deciden ampliar su gama de conocimientos. Sería muy positivo que cada estudiante de Medicina estuviera de voluntario al menos un mes en estos servicios para familiarizarse con traumas, contusiones, insolaciones y reacciones alérgicas. Algunas historias de Protección Civil no tienen nada que envidiar a la sala de traumatología más gore de España.
Es por eso debemos preguntarnos, ¿es estudiar Medicina sólo estudiar Medicina? ¿O debería ser algo más?
Alexander Lugilde Guerbek
Imagen: Pixabay