Todos hemos dicho o escuchado alguna vez el típico “puaj” al comer las flores de la Brasicca oleracea italica, más conocidas como brócoli. Esto no se debe a que la persona sea más o menos exigente, simplemente a un compuesto que contiene la planta: la feniltiocarbamida (PTC). Esta sustancia está presente en varias plantas y para aquellas personas que pueden detectarla es un sabor francamente desagradable. El motivo de que no todo el mundo note el sabor, es que esta sustancia es usada por estas plantas para evitar ser comidas, por lo que las personas sensibles al sabor han ido disminuyendo progresivamente por la selección natural y ahora se encuentran en minoría. El gen TAS2R38 codifica la proteína que detecta el sabor de la PTC y un único cambio de tres nucleótidos implican el cambio de tres aminoácidos que permitirán a la persona detectar o no el sabor de la PTC. Por ello, cuando alguien os diga que no le gustan ciertas verduras, pensad que puede ser culpa de la feniltiocarbamida.
Por: Sergio Garcerán
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