Así es, el veneno de Apis mellifera se denomina apotoxina y su principal componente activo es la melitina, un oligonucleótido con 26 aminoácidos, que como toda toxina que se precie va a tener un efecto nocivo sobre cualquier organismo. Su principal acción es inhibir la proteín quinasa y provocar la lisis de las células, por lo que no se puede administrar directamente. Lo que hicieron unos investigadores de la Universidad de Washington, EEUU, fue bombardear a los viriones del VIH con nanopartículas de melitina y consiguieron agujerear la envoltura hasta lograr su lisis total. De esta forma, se están investigando y desarrollando geles vaginales como profilaxis con esta sustancia para que no provoque daños e incluso inyectables para tratar por vía parenteral las infecciones de VIH, pero aún habrá que esperar algún tiempo.
Por: Sergio Garcerán
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