Entrevista a Javier Pérez Pareja:

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Profesor titular del departamento de psicología de la Universidad de las Islas Baleares, en el área de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico

¿La adolescencia  es una etapa de grandes cambios, ¿cree usted que juega un papel importante dentro de esos cambios el ambiente sociocultural?

-Con independencia de las modificaciones que se puedan producir de tipo hormonal o bioquímico, en el desarrollo, el contexto social y cultural es el remitente. La condición necesaria para que se den los cambios es la biología, pero el aprendizaje, referido a un contexto sociocultural, es lo que la hace suficiente.

¿Represión sexual o educación sexual?

Los contextos de represión son más desfavorables, pero hay que entender que no es fácil encontrar el punto de equilibrio en que la formación e información estén contextualizadas y casen.

La educación sexual debe darse siempre, desde tempranas edades y debe estar vinculada al contexto familiar y social, pero es como si hoy en día las familias se hubieran desprendido de ese molesto tema, y lo han dejado ahí aparcado.

Es en un proceso de aprendizajes pautados, en que se debe entender la libertad o amplitud de miras. La educación sexual se trata de ir generando un aprendizaje de lo que significa el sexo, el afecto y las relaciones humanas, desde tempranas edades. Y que estos vayan en paralelo al desarrollo madurativo de los niños y niñas.

De hecho, al estar apareciendo cada vez de manera más temprana la menarquia, se da la paradoja de que hay una capacidad reproductora, incluso estimulación sexual muy temprana, que no viene acompañada por un desarrollo personal y emocional equivalente. Y eso, en cierta medida, facilita las conductas de riesgo, los problemas sexuales y la aparición del control o situaciones complicadas y conflictivas a muy tempranas edades.

En conclusión, la educación sexual debe ser libre pero pautada y marcada desde tempranas edades. Debe ir adecuándose a las necesidades de la persona y siempre en función o relación a su propia madurez sexual.

¿Perduran aún mitos y creencias en cuanto al sexo?

Evidentemente si, pero no solo los clásicos, sino que vienen acompañados de nuevas creencias,  estamos hablando por ejemplo de los orgasmos simultáneos, el amor para toda la vida, la media naranja, los varones siempre están dispuestos al sexo, la pérdida del interés sexual con la edad…

¿Hay grandes diferencias entre métodos anticonceptivos? Hay quien pueda estar más preocupado por los métodos hormonales por ejemplo.

Una buena educación sexual es el mejor método anticonceptivo, que no es solo una buena información, sino una buena conducta sexual. Que se adquieran buenos hábitos.

Modernamente, la píldora ha mejorado muchísimo, y como todo medicamento tiene efectos secundarios, pero a rasgos generales, estos anticonceptivos son muy fiables.

Sin embargo, el mejor método anticonceptivo, no solo es anticonceptivo, sino que previene de enfermedades de transmisión sexual. Estamos hablando del condón, que aunque pueda parecer un poco molesto, tiene menores riesgos químicos para la mujer, como otros métodos de barrera.

No solo eliminamos efectos secundarios, sino que es el único método capaz de eliminar o controlar los riesgos de enfermedades de transmisión sexual.

¿Qué disfunciones sexuales son las mas frecuentes?

En el sexo masculino la impotencia secundaria y eyaculación precoz y en el femenino, anorgasmia y vaginismo.

¿Tienen fácil solución?

Si, de hecho en psicología clínica tiene fácil tratamiento.

Las técnicas que se aplican son de mucha eficacia, pueden requerir más o menos tiempo, pero en efecto, se soluciona fácilmente.

¿Qué hay de la inapetencia sexual?

No tiene porque ser siempre un problema, hay que distinguir entre una inapetencia disfuncional, y  el pasar del sexo. En el segundo caso, no hay una perdida de deseo, pero simplemente el sexo pierde importancia en tu vida. Es uno de los problemas que se están planteando y discutiendo ahora mismo.

No es obligatorio tener relaciones sexuales. Las sociedades laicas, han conseguido desligar muchos aspectos relativos al sexo, de la religión. No vayamos a construir ahora toda una nueva mitología desde el punto de vista laico.

Si uno no quiere tener relaciones sexuales, no tiene ninguna obligación, ni es obligatorio ni es pecado.

¿Depende la felicidad humana de una buena vida sexual?

Como decíamos, hay gente que no tiene una vida sexual y lo pasa muy bien. Una buena vida sexual ayuda a la felicidad humana, pero una ausencia de sexo buscada, también puede ser gratificante.

¿Qué hay de la sexualidad en la tercera edad?

Hay que entender que la sexualidad no es exclusivamente coito. Si preguntas a adolescentes, cuando hablas de sexo, las masturbaciones, caricias buco-genitales y otras prácticas, son también reconocidas como practicas sexuales, y son también más frecuentes en ellos.

Paradójicamente, al llegar a la juventud o edad adulta, parece que sexo y coito pasan a ser sinónimos, de manera que parece que no tenemos sexo si no tenemos coito.

Al llegar a la tercera o cuarta edad, las prácticas citadas anteriormente, como durante la adolescencia, son consideradas actos sexuales. Lo que cambian son las prácticas, el coito ya no es tan importante, sino que otras practicas igualmente gratificantes. De hecho, la satisfacción con su vida sexual, según todas las encuestas realizadas, es bastante buena. Incluso en edades más avanzadas.

Hay más frecuencia de lo que la gente se cree, pero no se basa tanto en el coito.

¿Qué aconsejarías a los lectores?

Que disfruten todo lo que quieran, pero que no se preocupen, se tiene que vivir el sexo con libertad pero con tranquilidad, como el que come. El sexo se debe vivir con respeto a uno mismo y a los demás.

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