- Hipócrates (Hippocrate. Dir. Thomas Lilti, 2014)
Dirigida por el médico de familia y cineasta Thomas Lilti, “Hipócrates” narra la historia de Benjamin, un residente de primer año que intenta adaptarse a su nueva vida en el hospital bajo las órdenes de su padre. A su vez, lidia con el argelino Abdel, un R1 como él que tiene mucha más experiencia clínica previa en su país. A ratos comedia, y a ratos drama de denuncia social, esta película muestra de una forma fresca las relaciones entre el personal de un hospital.
- Patch Adams (Dir. Tom Shadyac, 1998)
Película basada en hechos reales y protagonizada por Robin Williams, que encarna al médico Hunter Doherty «Patch» Adams, conocido en la vida real como “el médico de la risoterapia”. Patch empieza relativamente tarde a estudiar Medicina, pero su sueño es ayudar a las personas. Aunque sus métodos no son muy aceptados por sus profesores y superiores y sufre varias tragedias personales, nunca pierde la esperanza de una asistencia más humanista y lograr poner una sonrisa en sus pacientes.
- M.A.S.H. (Dir. Robert Altman, 1970)
“M.A.S.H” sigue las peripecias de la Unidad de Hospital Móvil Quirúrgico del Ejército 4077 durante la Guerra de Corea. Plagada de comedia negra y sátira, este filme narra cómo los médicos, enfermeras y dentistas de la unidad intentan seguir adelante a pesar de los horrores que les rodean. Para ello, entre intervención e intervención, hacen uso de bromas pesadas entre ellos, se pegan alguna fiestecilla inocente y juegan partidos de fútbol que son de todo menos amistosos.
- Supercondriaco (Supercondriaque. Dir. Dany Boon, 2014)
Dany Boon (“Bienvenidos al Norte”) escribe, dirige y protagoniza esta comedia francesa, interpretando al entrañable Romain. Romain es un cuarentón soltero y sin hijos que padece hipocondría y, para más inri, es fotógrafo de anatomía de profesión, lo que no hace más que empeorar su condición. Su único amigo decide que si Romain ve a personas sufriendo de verdad, relativizará sus preocupaciones y podrá llevar una vida normal, y no se le ocurre nada mejor que llevárselo a un campo de refugiados del Este de Europa…
- Diagnóstico: Muerte (Diagnosis: Death. Dir. Jason Stutter, 2009)
Un grupo de personas se encuentra participando como pacientes de un ensayo clínico en un hospital neozelandés. El fármaco quimioterápico objeto del estudio parece producir efectos secundarios graves como alucinaciones a los participantes, que llegan a creer que un horrible crimen tuvo lugar en ese mismo hospital. El peculiar personal no colabora, los protagonistas se plantean seriamente escapar, y todo parece indicar a que el hospital está encantado… ¿O puede que no?
Por: Mar Sánchez
Estudiante de Farmacia, Universidad de Murcia