No te alarmes, el zumo no te hará nada si tú no se lo permites. El motivo es que el pomelo contiene numerosas sustancias que interfieren notablemente con el metabolismo de los fármacos. Destacan los bioflavonoides como la naringina y la naringenina (que es un derivado de la primera, resultado de la hidrólisis del primer compuesto por la flora bacteriana) que inhiben los sistemas enzimáticos del citocromo P450, en concreto las isoenzimas CYP3A y CYP1A2, que son responsables de aproximadamente el 30% del metabolismo total. Por ello, si estamos tomando algún tratamiento con una alta toxicidad, aumentará su concentración y hará que aparezcan más efectos indeseables y con mayor gravedad.
Por: Sergio Garcerán
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