También llamada «hormona de la felicidad», son neurotransmisores que libera el hipotálamo y la glándula hipófisis, tienen tanto la función de «proporcionarnos» bienestar, como la de actuar como analgésico natural, dependiendo de la situación en la que sean liberadas y en los receptores en los que actúen. El nivel de endorfinas aumenta cuando realizamos actividades que estimulen nuestros sentidos: escuchar música, besar, la actividad física, etc. Tener un alto nivel de endorfinas nos ayudará no solo a ser más felices, sino también a afrontar las situaciones estresantes o de dolor de una mejor manera.
Por: Fernando García
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