La respuesta está en el balance de hormonas y neurotransmisores.
n la fase inicial del enamoramiento, cuando se nos acelera el corazón al ver a nuestro amado o amada, aumentan el cortisol u hormona del estrés, la dopamina (placer y recompensa) y la oxitocina (confianza, apego). También disminuye la serotonina, al igual que ocurre curiosamente en el TOC («no puedo dejar de pensar en…»).
Más establecida la relación sentimental, cuando vemos a la persona que nos inspira confianza, aumentan la dopamina y la oxitocina, además de la serotonina y endorfinas. Disminuye el cortisol al sentirnos a gusto: sentimos «mariposas» al ver al objeto de nuestros afectos.
Por: Mar Sánchez
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