
Sí, aunque las “grasas trans” den un sabor y textura agradable a la comida, se ha observado que además de elevar los niveles de LDL[1], reducen los de HDL[2], asociados a su vez con un aumento del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares[3]. Esto, aplicable de momento a todas las «grasas trans», parece estar en duda[4] en el caso de las que se encuentran de forma natural en productos derivados de rumiantes[5], como pueden ser la leche o la mantequilla.
Por: Anónimo
1.- https://en.wikipedia.org/wiki/Low-density_lipoprotein
2.- https://en.wikipedia.org/wiki/High-density_lipoprotein