Generalmente, cuando se habla del estrés, se asocia a emociones negativas y los efectos derivados de estas. Pero el estrés es lo que nos permite mejorar en cualquier campo, por lo que bien gestionado, puede resultar beneficioso: logra que mejoremos generando emociones positivas tales como realización, auto-superación y felicidad. Para que la situación estresante llegue a ser positiva, debemos notar que tenemos cierto control sobre esta. Debe ser percibida como un reto, sin llegar a desbordarnos, y no debe ser excesivamente prolongada en el tiempo.
Por: Fernando García
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